Puta mina
Parece que suena mal ¿verdad? Pero al oír hablar sobre “la mina” o el proyecto de la misma en Cáceres, digamos en Cáceres por la proximidad al casco urbano con que se proyecta. No puedo evitar acordarme de un compañero asturiano en la mili, eso que hacíamos los jóvenes antes, y que sería muy bueno que lo hiciesen los jóvenes de ahora. No puedo olvidar como decía, que atendía a les vaques y les cabres, cuando no tenía que bajar a la puta mina. Siempre que se refería a su trabajo en la mina, no fallaba , le llamaba, la puta mina.
Pero hasta ahí llegan los parecidos entre aquella mina de carbón en el norte y lo que se proyecta hacer en Cáceres. Aquella era mina explotada por empresa española, alejada de la población, en galerías y el mineral era para España. Aquí, la situación es otra, mina a cielo abierto, lo que solemos llamar cantera, justamente al lado de la población, la empresa, Australiana, que crea en Extremadura una empresa espejo, o nube, no se como llamarlo, S.L. con el mínimo capital, para crear la total condición de insolventes en caso de ser condenados a rectificar o indemnizar. Empresa australiana, el inglés de nuevo, si “el inglés” que como siempre saquea a España otrora en el mar por medio de la piratería y tantas veces en la minería en otras ocasiones como con el cobre en Río Tinto.
Los trabajos de esta empresa, destrozará el paisaje de la montaña, acabará con los acuíferos que allí hay, contaminará toda la zona, consumirá cantidades ingentes de agua, que con frecuencia en Cáceres, no es que haya escasez, pero tampoco sobra. Para extraer un mineral en forma de sal o piedra salina, que contiene el metal de litio. Ese metal que se usa para fabricar las pilas y baterías de nuestros portátiles, móviles y sobre todo en los vehículos eléctricos que cada vez se usaran más. Y que por tanto, el ministerio de industria ya debería haber declarado como mineral estratégico.
La actividad de esta mina, no creará puestos de trabajos, de forma relevante en la ciudad y entorno, será poquísimos, ya que se traerá maquinaria de ultima generación, que utilizará personal especializado que no hay en Cáceres. El mineral saldrá de nuestro país, sin crear puestos de trabajo en en su transformación, no sé exactamente pero apuesto que acabará, en cierto país asiático.
“El inglés” se llevará nuestro mineral, con la complicidad de nuestra traidora clase política, lo transformará en otro país para luego vendérnoslo y puede que incluso más caro que a otros. Tratándonos como una colonia, robando nuestra riqueza y nuestros recursos y manteniendo mientras en reserva los suyos, para una vez agotado el mineral, iniciar la explotaciones de su suelo y venderlo ya en escasez a precio de oro… o más.
Esto se agrava, por la situación de Extremadura, marginada siempre por el gobierno de la nación y el estado, cortando cualquier iniciativa emprendedora desde dentro, en industrias, y amparando la explotación desde fuera, en este caso incluso desde el extranjero. Y con un adoctrinamiento de la población durante casi dos siglos para convertirlos en dóciles ciudadanos que tragan con toda clase de abusos sin crear en más mínimo problema, he ahí el caso del ferrocarril que clama al cielo. Y digo adoctrinamiento, si adoctrinamiento, no crean que sólo se adoctrina en otras regiones. En cada sitio se adoctrina con distintos fines, en Extremadura se ha adoctrinado en docilidad, población dócil es lo mismo que población mediocre. De ahí las tibias reacciones e insignificantes protestas, que en nada ponen en riesgo el mencionado proyecto, de la población de esta pequeña ciudad. La insolidaridad de las poblaciones circundantes que lo miran como un espectáculo y la mezquindad y mediocridad, del resto de los extremeños que no mueven un dedo y ven como algo más que hace un pequeño hueco en esa droga con la que mata su tiempo, su inteligencia, iniciativa y su capacidad de emprender. LA TV.
Por lo tanto, todo apunta, a que la mina será una realidad, a que de nuevo “el inglés” nos robará con la complacencia y complicidad de unos políticos que se venden como mercancía, se reirá de nosotros, a la vez que de paso nos imponen también con la complicidad de esa nefasta clase política, su fea, horrible, caótica y malsonante lengua. Ante todo esto, no puedo decir mas que aquello que decía, aquel compañero asturiano, PUTA MINA.
Viernes 30 de marzo 2018